El Enigma de Otro Mundo - 1951

Debo decir que soy un devoto seguidor del remake que hizo John Carpenter en 1982, dicho esto también es bueno reconocer que la versión original, la que nos ocupa ahora, ha envejecido, en mi opinión, bastante mejor que el remake.

La adaptación de la novela corta ¿Quién está ahí? escrita por John W. Campbell en 1938, es, probablemente, una, si no la mejor película de ciencia ficción hecha en la década de los 50. Y digo esto sobre una película que tuvo mínimos efectos especiales y un elenco de actores básicamente desconocidos. Sólo hay un par de películas de ciencia ficción hechas en esta década que se acercan a El Enigma de Otro Mundo y son Planeta Prohibido y Ultimatum a la Tierra.
Es, casi, una obra perfecta desde un punto de vista puramente técnico. La dirección, a carga del duo Christian Nyby y Howard Hawks, es  brillante, pasando de un momento de tensión a otro a una velocidad vertiginosa. Sin poder dejar a un lado la utilización del instrumento Theremin para la banda sonora, epítome de la música del cine de terror y ciencia-ficción.
El grado de suspense y tensión que trasmite esta película es de matricula de honor, hay una sensación de inseguridad cuando "La Cosa" asecha que estoy seguro que sirvió de inspiración para crear la saga "Alien".
Una de mis secuencias de suspense favoritas es cuando el contador de Giger empieza a sonar y la aguja se mueve como poseída moviéndose de izquierda a derecha que literalmente te desboca las pulsaciones al ritmo de esa aguja, porque es un claro indicador de que los problemas se dirigen hacia ti...
Incluso me gusta el diseño de la base polar y el uso de la luz y de las sombra que realmente dan a la película una atmósfera claustrofóbica y peligrosa. Realmente sientes que en la siguiente sombra o en el siguiente pasillo La Cosa podría estar escondida, a la espera de mat
ar, y el hecho de que la base se encuentre en el medio de un desierto de hielo da un plus al elemento de aislamiento, lo que significa que los protagonistas no pueden obtener ayuda cuando más lo necesitan y mucho menos no hay a dónde ir ni a donde esconderse.

Cuando miembros de una base norteamericana en el Polo Norte capturan a un tripulante de un platillo estrellado, lo trasladan en un bloque de hielo que a la vez lo oculta. Todo es posible entonces, porque nada se sabe a ciencia cierta sobre esa entidad totalmente extraña. Ni siquiera su aspecto real puede distinguirse. Y como las instalaciones de la base son un mundo estanco, repleto de pasadizos y rodeado de la desierta llanura polar, el planteamiento queda listo para disparar la tensión al máximo.

Los personajes son solidos: El heroico militar dedicado a su carrera y hacer cumplir las órdenes recibidas y enamorado de su secretaria. El inteligente científico que lo ve todo desde la óptica de ciencia y nada mas, y el resto del equipo incluyendo un periodista ansioso por dar la noticia de su vida. La relación entre el oficial y su secretaria está llena de comentarios divertidos e ingeniosos, y es especialmente picante el algunos momento. .

Científicos, militares y un periodista allí acuartelados, cada uno mirando por sus intereses: el periodista, difundir una información sensacional; los científicos, investigar el fenómeno y obtener conocimientos revolucionarios; los militares, mantener la seguridad y actuar por la vía rápida (convertir al marciano en humeante hamburguesa, para entendernos). Luchan dialécticamente entre sí de manera agria, intentando cada uno limitar las iniciativas ajenas.

La acción se impregna cada vez más de ideología y tension. El alienígena es un ser antropomorfo, sí, pero ha evolucionado, y mucho, por la vía vegetal, y no por la animal. Tiene savia y se reproduce por esporas cultivables, aunque se alimenta de sangre de mamífero, lo que insinúa un rasgo vampírico.

Considerada una de las obras más importantes del cine de terror y ciencia ficción, El Enigma de Otro Mundo no obtuvo el éxito que debía y podía esperarse. Las razones pudieron ser varias, pero seguramente ninguna de ellas fue la calidad de la obra.

La película reúne muchas de las características propias del género, es algo que inevitablemente no se puede obviar. 

Son muchos los atributos que podrían destacarse de El Enigma de Otro Mundo. Para comenzar los escenarios, el inmenso desierto de hielo que es la nieve, un interminable manto blanco donde los protagonistas están indefensos e incomunicados, igualmente sobresalen la tensión, que dotan de un realismo imponente a la película, de una apariencia ostensible que se aleja de lo imaginario a causa de la manifiesta visibilidad que se concede al espectador en todo momento. El transcurso de la película, que en un principio no es demasiado prodigioso, se eleva como la espuma hasta alcanzar la compleja sensación de que toda sombra, ruido o susurro es igual a pánico.

Una obra recomendable por las siguientes razones: 

Porque posee una atmósfera convincente y lo suficientemente tensa como para dar por resultado un producto tenebroso y con variantes más que interesantes para los amantes del género. Los escenarios son parte del recurso que utiliza los directores para provocar miedo en el espectador. 

Porque posee actuaciones convincentes, que hacen que los personajes sean creíbles. 

Porque la historia en sí ya es fascinante, y mucho más si las comparamos con el terror de la época. Esta narración combina en forma perfecta la ficción con el horror.  

Cuando a una película alguien la cataloga de obra maestra, huelgan comentarios, este film, acojonaba hace 50 años y sigue acojonando ahora, terror en estado de gracia, con unos efectos y una realización casi artesanal que ya quisieran para si muchas películas de la actualidad.

Una película que se mantiene fresca (y no por el hielo) y envejece mejor que muchas ya anticuadas de hoy en día.